Los ‘buques zombis’ blanquean su identificación y se convierten “en la vanguardia del engaño marítimo”, según Kpler.
La flota en la sombra, que facilita el transporte de petróleo de países sancionados como Rusia, Irán y Venezuela, ha dado una vuelta de tuerca a sus tácticas para eludir los embargos internacionales. A las conocidas maniobras de los apagones del Sistema de Identificación Automática (AIS) de los buques y la creación de estructuras de propiedad opacas que sirven de paraguas para sus operaciones comerciales se suma ahora “el blanqueo de la identidad”, según advierte el analista senior de Riesgos de Kpler, Dimitris Ampatzidis, en un reciente informe.
“Los buques zombis son barcos reales que operan con la identidad de petroleros desguazados”
Dimitris Ampatzidis Analista senior de Riesgos de Kpler
Esta práctica consiste en “resucitar filiaciones de buques desguazados”, de ahí su denominación de “barcos zombis”, y “representa la vanguardia del engaño marítimo”, afirma Ampatzidis. La estrategia pasa por el secuestro de los ‘DNI’ oficiales emitidos en su día por los organismos internacionales para petroleros que ya están achatarrados.
Las numeraciones son expedidas por la OMI (Organización Marítima Internacional), que valida así el cumplimiento normativo del buque cuando sale del astillero, y el MMSI (Identidad de Servicio Móvil Marítimo), que se utiliza para la comunicación marítima en tiempo real a través de sistemas como el AIS.
“Los ‘buques zombis’ representan un riesgo creciente para la seguridad y el medio ambiente, ya que a menudo operan sin propietarios, seguros o supervisión verificables, la aplicación de la ley y la credibilidad de los regímenes de sanciones”, opina el investigador de Kpler.
El 10% de la escuadra mundial de petroleros forma parte de la ‘flota fantasma’, según Kpler
Este método no es nuevo, pero “ha florecido desde 2022”, tras las sucesivas ampliaciones de las sanciones internacionales impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania, que arrancó en febrero de ese mismo año. Según datos de la casa de inteligencia para el comercio internacional, el 10% de la escuadra mundial de petroleros forma parte de la ‘flota fantasma’, lo que “pone de relieve la magnitud del desafío”.
“Los buques zombis son barcos reales que operan con la identidad de petroleros desguazados, lo que permite que cargamentos ilegales se hagan pasar por legítimos. El resultado es una flota que opera sin una jurisdicción clara ni visibilidad, una armada fantasma digital que transporta crudo sancionado sin ser detectada”, subraya Ampatzidis. El blanqueo de la identidad y la manipulación del AIS van de la mano a la hora de mover crudo sancionado.
UN ARMADOR CON SEDE EN ESPAÑA PARTICIPA EN UNA OPERACIÓN CON UN ‘BUQUE ZOMBI’ EN VENEZUELA
Sirviéndose de seguimientos e imágenes satelitales, el analista de la casa con sede en Bruselas (Bélgica) pone varios ejemplos recientes de operaciones de ‘buques zombis’. En marzo de 2025, el petrolero sancionado ‘Veronica III’ (IMO: 9326055), del año 2006 y capacidad para dos millones de barriles de crudo, comenzó a utilizar la filiación del ‘DS Vector’ (IMO: 9203289), un buque desguazado en 2018. Al mismo tiempo, emitía señales AIS falsas en el mar Caribe oriental.
Un mes después, el buque, titularidad de un armador constituido en China, llegó a Amuay, Venezuela. Entre abril y mayo, el ‘Veronica III’ recibió tres cargamentos vía ‘ship to ship’ de fuelóleo con alto contenido en azufre (HSFO), procedentes de tres buques más pequeños, el ‘Tailwinds’ (2004 y propiedad griega), el ‘Colon’ (2015) y el ‘Oriental Pearl’ (2004 y titularidad china). Según Equasis, el ‘Colon’, con capacidad para 600.000 barriles, es propiedad de la sociedad española Manteniship XXI, con sede en Asturias. Otro petrolero de la misma compañía ligado a la flota en la sombra que comercia con crudo de Venezuela es el ‘Warrior King’ (1993), informa Lloyd’s List Intelligence.
El ‘Veronica III’ también recibió un cuarto trasvase clandestino de HSFO de un petrolero que no está sancionado. Siempre en base a datos de Kpler, el origen de los diferentes cargamentos fueron las refinerías El Palito y Cardón, en el país sudamericano y propiedad de la empresa estatal Petróleos de Venezuela.
“El patrón que muestra el ‘Veronica III’ es muy típico de las exportaciones venezolanas. Los VLCC [acrónimo inglés para los petroleros de gran tamaño], que a menudo se aprovechan de la identidad de un buque inactivo, se están llenando gradualmente con crudo o HSFO procedente del país y, una vez cargados, suelen partir hacia el este”, indica Ampatzidis en su informe, en el que también ha colaborado su colega Dimitris Kotsias.
Otro ejemplo es el ‘Apus’ (IMO: 9280885), del año 2004 y con capacidad hasta 1,2 millones de barriles. En la principal terminal de exportación de petróleo de Venezuela, en Puerto José, al noreste del país, el ‘Apus’ adoptó la identidad del buque inactivo ‘Freesia I’ (IMO: 9159660), de 1998 y propietario en India, para cargar 140.000 toneladas de HSFO. Es decir, el ‘Apus’, cuyo titular es una sociedad en China, blanqueó sus datos “en los propios muelles de Puerto José y actualmente se desconoce su destino”, señala Ampatzidis.
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