Si dejamos el título tal como está, deberíamos concluir que no es un futuro especialmente difícil. A pesar de que los Maritime Autonomous Surface Ships (MASS), que llevan implícita la digitalización y la presencia cuasi omnisciente de la IA y si el 80% de las mercancías que son objeto de intercambio en el mundo se mueven por vía marítima, los barcos y los marinos siempre serán necesarios. Si al título el artículo le añadimos el calificativo ‘europeos’, el panorama se oscurece y mucho.
Efectivamente, una cosa es el futuro de los marinos mercantes en general y otra el futuro de los marinos mercantes europeos, y en nuestro caso, el de los marinos españoles. En primer lugar, porque no es la nuestra una profesión que atraiga a muchos jóvenes por las especiales circunstancias del medio en que se desarrolla: los barcos, la mar, con su dureza y las dificultades que presenta la vida a bordo para el desarrollo de una vida profesional satisfactoria para los jóvenes en general. En segundo lugar, las condiciones salariales, que no presentan una mejora sustancial sobre otras condiciones de trabajos ‘en tierra’, que atraigan a los jóvenes desde un punto de vista económico. Y en tercer lugar, porque para ser marino, hace falta un punto de vocación y espíritu de aventura, al menos en el caso de los titulados, que hoy no es fácil encontrar y que ni las administraciones públicas, ni las empresas navieras despliegan mucha iniciativa en el asunto, para motivar los jóvenes.
Así es que hoy faltan marinos y muchos, en las flotas europeas principalmente, 90.000 oficiales de puente y máquinas en la flota mundial. Faltan y faltarán. Es esta una realidad inevitable y cuanto antes se tomen medidas al respecto, mejor. Y mucho mejor si se hacen de acuerdo con las asociaciones profesionales de marinos en los diversos países. De esta situación son muy conscientes diversas navieras de ámbito mundial y asociaciones de las mismas, como la International Chamber of Shipping (ICS) , que llegó a un acuerdo con la Philippines’ Maritime Industry Authority (Marina), avalado por Lloyd´s Register para digitalizar y acreditar la documentación de los cerca de 800.000 marinos filipinos que navegan hoy en las navieras del mundo.
Acuerdo con Ecuador
Y si nos fijamos en el reciente acuerdo de la administración española con el gobierno de Ecuador: La Dirección General de la Marina Mercante y la Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos (Dirnea), de la República del Ecuador, han firmado un acuerdo que permitirá reconocer los títulos de competencia y los certificados de suficiencia de la gente de mar de ambos países mediante el refrendo de títulos para que puedan prestar servicios a bordo de buques registrados bajo la bandera de cualquiera de los dos.
De forma previa al refrendo de títulos, Ecuador y España podrán llevar a cabo actividades de formación sobre normativa y regulación marítima y convocar los exámenes necesarios para que los oficiales adquieran un conocimiento apropiado y las capacidades pertinentes. El acuerdo para el reconocimiento muto de la formación y titulación cumple la regla I/10 del Convenio Internacional sobre Normas de Formación, titulación y guardia para la gente de Mar (Convenio STCW’78, enmendado) y, cómo señalaron la directora general de la Marina Mercante, Ana Núñez, y el director nacional de los Espacios Acuáticos, Hugo Ramiro Armijos, durante la firma, beneficia a ambas partes y supone el inicio de una colaboración más estrecha en materia de marina civil entre ambos países.
Veremos lo que nos depara el futuro a corto plazo de forma inevitable. Podríamos seguir añadiendo que esta dura profesión encuentra sus caladeros en países con mucha población en zonas costeras que cuentan con reducidos medios de vida, por lo que la emigración es una salida obligada para muchos de sus habitantes. Emigración como marineros en el caso más básico y recibiendo formación a través de escuelas de Náutica especializadas, financiadas por las asociaciones mundiales de navieras o como en el caso de Filipinas por programas de la UE aprobados por la European Maritime Safety Agency (EMSA) si nos referimos a los oficiales de Puente y Máquinas.
Oportunidades en África
Leemos además como se estima que en África existe un muy elevado potencial de marinos, algunas miles de los que ya navegan en navieras internacionales. En el reciente ‘Africa Maritime Day’, celebrado en Amberes el pasado septiembre, se celebró una mesa redonda acerca de ‘Marinos africanos. Un océano de oportunidades’. Políticos, educadores y armadores hablaron de oportunidades para los habitantes del continente, medios de vida y un lugar en la economía marítima mundial.
El panorama presenta una reproducción de lo que a nivel universal está ocurriendo con la emigración masiva de jóvenes de países no desarrollados a los desarrollados en busca de una vida mejor. Y ello en el mundo de la mar. Imparable, inevitable, aún más que en tierra porque no hay suficiente gente dispuesta a hacerse a la mar en los países desarrollados, por lo que lo mejor que se puede hacer es regular, encauzar y adecuar esta inmigración a las condiciones socioeconómicas de las flotas de cada país o asociación de países, como es el caso de la UE. Y en lo que respecta a España, conviene fijarse en los objetivos que se plantea la ‘Asamblea de colectivos de profesionales de la Marina Mercante’:
Fomentar el empleo de los marinos con títulos españoles, facilitando su empleo de forma prioritaria, mejorando también la estabilidad y las condiciones laborales en el desempeño de su labor abordo de los buques de toda la gente de mar. Es de sentido común, aunque solo sea por razones de geoestrategia, la iniciativa de mantener un mínimo de flota con marinos nacionales para así asegurarse un flota mercante de bandera que atienda las mínimas necesidades del país en este ámbito.
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Fuente: https://www.naucher.com

